Celos “normales”
En el matrimonio, por ejemplo, los celos son "útiles" cuando actúan como generador de energía vital en la pareja. Cada uno se esfuerza en mejorar, para mantener encendida la llama del amor.
Los celos, como una reacción de alerta ante un bajón amoroso de cualquier miembro de la pareja, son saludables y constructivos.
Otro caso de celos positivos, aparece en las personas mayores, en la que éstos actúan como estimulantes favorables del amor. Muchas veces, es como una especie de "chispa energética" que hasta se vuelca en otras actividades productivas, las que por años habían pasado desapercibidas.
Es muy común que se interpreten los celos, como expresión de la importancia que tiene un individuo para esa persona. En las parejas recién formadas, uno de los índices para verificar si la otra persona está realmente interesada, es la demostración de celos. Es así que la aparición de celos por parte de uno de los miembros de la pareja, le hace saber al otro sobre sus sentimientos recíprocos y son concebidos como halagadores.
Celos en la pareja
Los celos forman parte de la relación amorosa. La ilusión que se tiene de ser único y extraordinario en el mundo, se esfuma al entrar en escena "un tercero".
La soledad provoca tal angustia, que exacerba el miedo de perder a la persona amada. Justamente para contrarrestar esa angustia, es que surgen los celos. A su vez, demuestran el dolor que conlleva darse cuenta que uno no es irremplazable.
En una pareja, es importante respetar la libertad de cada miembro, su estado anímico y sus necesidades. Cuando en ocasiones uno de los integrantes de la pareja se cree propietario de los sentimientos del otro, entonces, el equilibrio se rompe y aparecen los celos.
El perfil psicológico de la persona que siente celos patológicos, se relaciona con la baja autoestima y la inseguridad. Estas personas, además de tener reacciones emocionales negativas, tienen necesidades de estimación y demanda continua de aprobación. La persona celosa reclama un sacrificio, desea ser amado incondicionalmente, siendo incapaz de sacrificarse, puesto que suele ser demasiado egoísta y desconfiado.
Cualquier cambio en el contexto de la pareja, puede llegar a ser motivo para una reacción de celos en determinadas personas. Aparecen pensamientos de engaño y se atiende selectivamente a señales de alerta, creando de esta manera, un rival imaginario inexistente. Al no poder controlar estos sentimientos, la persona se torna cada vez más insegura e hipervigilante; generando, como consecuencia, reacciones agresivas o "escenas de celos".
A largo plazo, los interrogatorios se vuelven rutina… la persona celosa controla la libertad y movimientos de su pareja y la relación comienza a deteriorarse. La comunicación se ve reducida exclusivamente a las preocupaciones y pensamientos del celoso.
El bienestar de la pareja teñida de celos, se va debilitando paulatinamente. En una pareja donde los celos predominan, se presentan la frustración y la pérdida, que provocan odio y agresión. Así, llegan cuestionar si realmente existe amor entre los ellos.
Si la persona se vuelve más autónoma y creativa, la probabilidad de que los celos se produzcan es menor. Si uno se ama a sí mismo, la comparación con los otros disminuye y cuando la competencia no existe, se es menos vulnerable a sentir celos. Al volverse irremplazable en una relación, los celos desaparecen.
La manera básica para prevenir los celos, es volverse una persona única e irremplazable para la persona amada; y para eso, tornarse más auténtico, es lo que se necesita. Así, se trasciende el peligro de ser reemplazado por "potenciales rivales".
En ocasiones, cuando los celos aparecen, son debido a malinterpretaciones de situaciones ambiguas. En vez de parar a pensar en otras posibles explicaciones, se permite que las emociones inunden el raciocinio. Por este motivo, es muy importante tomarse un momento para analizar tanto las impresiones, como los pensamientos que atraviesan la mente en situaciones ambiguas.
Señales de alarma
Debemos estar alerta a estos signos, que pueden aparecer en nuestras parejas:
- necesita controlar todos tus movimientos
- opina que eres ingenuo o ingenua y que te pueden engañar
- no le gusta que salgas solo/a o con tus amigos
- no le gusta que lleves cierto tipo de ropa provocativa
- solo te quiere para sí… arma una escena de celos sin motivos
- cree saber más sobre ti que tú mismo/a
Tácticas para evitar los celos
- Intenta que se sienta seguro/a de la relación, mostrando lo bien que están juntos, pero sin dar explicaciones constantemente, de todo lo que haces.
- Aclara desde el principio cualquier situación que le pueda llevar a crear una sospecha más.
- No intentes que reconozca que todo lo que le ocurre es por celos.
- Explícale cómo te sientes cada vez que te espía o te interroga.
- Pregúntale por qué no puede confiar en ti, si es que realmente te quiere.
Reflexiones para una persona celosa
Piensa que tu pareja está contigo porque te quiere como eres. Si tú tienes amistades, ¿no es lógico que tu pareja también las tenga? Es importante fomentar aficiones al margen de tu pareja.
Cuando te asalten dudas, cálmate y luego, habla sobre ellas. No se puede desconfiar de alguien que confía en ti. Tu pareja es libre de estar a tu lado. Tu pareja es una persona y no una propiedad.
Sahira Rivera Droguett – Psicóloga
Santiago de Chile