El pescado azul y alimentos enriquecidos, contienen Omega 3. Son ácidos grasos que pertenecen al grupo de ácidos denominados "insaturados". Los ácidos grasos poliinsaturados Omega 3 (EPA/DHA), que se encuentran sobre todo en el pescado azul y en algunos alimentos enriquecidos, son esenciales para prevenir las enfermedades cardiovasculares, diversos tipos de cáncer, enfermedades inflamatorias, pulmonares y de la piel.
Además, son imprescindibles durante el embarazo y la lactancia para un correcto desarrollo de la función nerviosa y, en general, de otras muchas funciones orgánicas.
Dentro de ellos, encontramos otro tipo de ácido con numerosos efectos beneficiosos para nuestra salud: el ácido oleico (ácido graso monoinsaturado), que es el predominante en el aceite de oliva.
Una alimentación rica en ácidos grasos Omega 3 (EPA/DHA) puede ayudarnos a mantener un corazón sano, libre de exceso de colesterol. Contribuyen a regular la presión arterial, aumentando la elasticidad de las arterias y actúan en nuestro organismo como mecanismos antitrombóticos, previniéndonos de enfermedades cardiovasculares y reduciendo los triglicéridos.
Los ácidos grasos Omega-3 (EPA/DHA)...
- Reducen el riesgo de enfermedad cardiovascular.
- Mejoran la función pulmonar y reducen el asma.
- Reducen el crecimiento de células cancerígenas.
- Esenciales en el desarrollo del recién nacido.
- Fundamentales en el desarrollo mental en niños prematuros.
Los científicos llevan ya muchos años investigando las propiedades beneficiosas para el ser humano de los ácidos grasos Omega 3 (EPA/DHA), a raíz de descubrir cómo los esquimales y los japoneses (cuyo consumo de pescado es muy superior al de otras poblaciones), registran la tasa más baja de mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
Los Omega 3 (EPA/DHA), nos ayudan a equilibrar nuestra dieta con respecto a las grasas saturadas que ingerimos (carne, embutidos, bollería industrial, platos preparados), cuyo consumo debemos restringir y limitar.
Una dieta regular rica en Omega 3 (EPA/DHA), es recomendable para la población en general; pero existen determinados estratos poblacionales que deben poner especial cuidado en que su dieta incluya de forma suficiente la cantidad de Omega 3, que su organismo necesita.
También las mujeres embarazadas deben poner especial cuidado en este sentido y asegurar una ingesta adecuada de ácidos grasos Omega 3.
Las personas que consuman una dieta occidental típica, si no alcanzan la cantidad de Omega 3 necesaria, deben intentar modificarla tomando verduras, legumbres y pescado; o en su defecto, incorporando a su alimentación productos enriquecidos con ácidos grasos Omega-3.
Pese a que la ingesta deseable de ácidos grasos Omega 3 varía en función del ciclo de vida de cada persona, los estudios epidemiológicos realizados aconsejan de forma genérica un consumo diario de pescado azul de entre 30-35 gramos al día.
El consumo de Omega 3 deberá aumentarse en aquellas personas con alta ingesta de grasas saturadas y alto nivel triglicéridos en sangre.
En el caso de los lactantes, los expertos recomiendan que ingieran un 3% de la energía total y un 1-1,5% en los niños.
El ácido oleico es el ácido mayoritario del aceite de oliva virgen y de algunas otras variedades de aceite vegetal. Una alimentación rica en ácido oleico, contribuye a aumentar en nuestro organismo los niveles de lipoproteínas de alta densidad HDL (o "colesterol bueno").
Éstas se encargan principalmente de retirar el exceso de "colesterol malo" de nuestros tejidos, equilibrando nuestra alimentación. Estas propiedades se traducen en un riesgo reducido de padecer enfermedad coronaria.
Aunque nuestro organismo puede fabricar por sí mismo ácidos monoinsaturados a partir del consumo de otro tipo de ácidos, los expertos aconsejan que nuestra dieta habitual incluya un alto contenido de ácido oleico, ya que representa una fuente de energía fácilmente asimilable.
Concretamente, la ingesta de aceite de oliva facilita la digestión, al aumentar la secreción de jugos digestivos y la de ácidos biliares. El ácido oleico es uno de los nutrientes más sanos de la alimentación.
Forma parte de nuestra cultura mediterránea y es uno de los principales representantes de la dieta de nuestros abuelos, "la dieta mediterránea", que está reconocida mundialmente como la dieta más saludable. Tanto el ácido oleico como los ácidos Omega 3, forman parte de un tipo de ácidos denominados "ácidos grasos insaturados".