Mitos y realidades sobre la Pediculosis
1. Mito: tener piojos significa que el niño y/o la familia es sucia.
Realidad: los piojos pueden infectar a cualquiera, sin importar su condición económica, social o de higiene personal.
2. Mito: los piojos pueden vivir por semanas en la ropa, sombreros, cepillos y ropa de cama.
Realidad: los piojos sólo pueden vivir hasta cuarenta y ocho horas sin alimentarse de sangre; por lo que después de ese tiempo mueren por inanición.
3. Mito: los piojos transmiten enfermedades infectocontagiosas.
Realidad: esta teoría no está comprobada, pero el piojo transmite el tifus exantemático que asoló Europa desde el siglo XVI al XIX. Es por esta razón que se está estudiando si transmite el SIDA o la Hepatitis B.
4. Mito: los piojos de cabeza, cuerpo y pubis son todos iguales, pero se encuentran en distintas partes del cuerpo.
Realidad: estos piojos son distintos, tienen hábitos distintos, viven en distintos hábitats y presentan diferentes riesgos de contagio; pero todos son hematófagos (se alimentan de sangre).
5. Mito: todas las infecciones de piojos manifiestan síntomas.
Realidad: mucha gente no tiene ninguna sintomatología en lo que respecta a la infección de piojos. Cuando se detecta presencia de piojos o liendres en un integrante de la familia, se recomienda la revisión de todo el grupo familiar incluyendo el personal de servicio.
6.Mito: no existe ningún peligro en el uso indiscriminado de pediculicidas.
Realidad: la automedicación, el uso de estos productos sin seguir las indicaciones de los prospectos, la ingestión y en algunos casos el contacto del producto con la piel, puede provocar severas intoxicaciones; incluso la muerte. El 14.42 % de las consultas en el Servicio de Toxicología del Hospital de Niños, se deben a pediculicidas. La mayoría de estos productos contienen algún tipo de veneno.
7.Mito: los pediculicidas matan al piojo y a las liendres.
Realidad: debido al continuo uso de pediculicidas y a que los piojos, como cualquier ser viviente, tienden a generar defensas para protegerse, se ha creado un “superpiojo” que es resistente a estos productos. Del mismo modo y como no matan a las liendres (los huevos), se produce una autoinfección cuando esas liendres nacen.
8.Mito: un tratamiento con un shampoo o pediculicida es suficiente.
Realidad: los tratamientos con pediculicidas, al no matar las liendres, deben ser repetidos constantemente. La única forma de resolver la pediculosis, es pasar el peine fino como tratamiento (días recomendados: DOMINGOS, MARTES Y JUEVES).
9.Mito: rociar la casa con un pediculicida en spray, disminuye las posibilidades de reinfección.
Realidad: no hay información precisa al respecto, pero por comparación con otro tipo de insecticidas, esta medida sería perjudicial para las plantas, animales y el medio ambiente. Nuestra recomendación es, antes de hacer el tratamiento a toda la familia, guardar la ropa de cama y toallas usadas, en bolsas plásticas anudadas para no permitir que los piojos salgan o respiren durante tres días. Hacer lo mismo con muñecas u ositos de los niños y aspirar en profundidad alfombras, colchas, almohadones y sillones.
10. Mito: los niños se contagian la pediculosis en los colegios.
Realidad: como el piojo sólo puede vivir hasta cuarenta y ocho horas sin comer, los lunes no hay ningún piojo vivo en la escuela. Los piojos son llevados a las escuelas por aquellos niños infectados, a quienes sus padres no les hicieron el tratamiento durante el fin de semana.
11.Mito: la erradicación de la pediculosis es responsabilidad de la escuela.
Realidad: es fundamental que la pediculosis sea tratada en el núcleo familiar.
Fuente: www.chaupiojos.com