Mujeres que no quieren tener hijos
Hoy en día es frecuente que muchas mujeres aplacen la maternidad, tengan menos hijos de los que habían pensado en algún momento que tendrían, o incluso, decidan que no quieren tenerlos.
Los cambios que ha tenido el rol de la mujer en la sociedad, hace que su realización personal no dependa, como antes, de si se tienen o no hijos.
Hay mujeres que priorizan su rol profesional, su vida personal o en pareja, y no piensan en tener hijos; o simplemente, no sienten ese instinto maternal que lleva a otras a querer tenerlos.
Cuando esto sucede, muchas veces tienen que pasar por la presión de la familia y amistades que las juzgan como egoístas o les dicen que después se van a arrepentir, etc.
Es un estereotipo social que muchas personas no quieren seguir y que los demás deberían respetar. No todos somos iguales y lo que está bien para unos, no tiene que ser necesariamente lo mejor para otros.
Incluso muchas mujeres no se preguntan si en verdad quieren o no tener un hijo, sólo siguen la corriente general porque tienen algún mandato interno de que “debe” ser así.
Pero los tiempos han cambiado, y desde que están los anticonceptivos y la mujer puede optar por tenerlos o no, sumado a estos nuevos roles para su vida, el tener hijos no es la fuente de realización en muchos casos.
Esto no quiere decir en absoluto que sea una postura ni egoísta ni irresponsable, como suele verse.
El hecho de ser madre, no es garantía de ser “buena madre”, ni de sentirse realizada. Incluso a veces se tienen los hijos de forma irresponsable, sin estar preparados para tenerlos o brindarle los cuidados y tiempo que un niño requiere.
Por eso cuando estas mujeres ponen todo en una balanza y deciden no tenerlos, en verdad es una decisión mucho más responsable y realista que en otros que casos que sí son madres.
Cuando no se desea tener hijos, en general, los argumentos son : a) que no están dispuestas a sacrificar gran parte de su vida profesional y personal para dedicarla a su cuidado, b) quieren sentirse libres, c) sienten que no pueden con la responsabilidad de otro ser, d) piensan que no las va a hacer felices ni realizadas, e) no le gusta la vida que observan en familias con hijos, f) no les atraen los niños, etc.
Tener un hijo implica un gran cambio en la vida de la persona, de la pareja y sobre todo, de la madre.
En muchos casos es muy real que se ve comprometido el desempeño de su trabajo, su crecimiento personal, que no siempre se puede hacer compatible con tener que dedicarle tiempo y cuidado a sus hijos.
En muchos casos es muy real que se ve comprometido el desempeño de su trabajo, su crecimiento personal, que no siempre se puede hacer compatible con tener que dedicarle tiempo y cuidado a sus hijos.
La pareja toma otra dimensión distinta.
Lo mismo en cuanto al costo de criarlos. Tener hijos se ha transformado en un artículo de lujo, por los gastos que conlleva. Esto también lo tienen que pensar quienes deciden tenerlos, para que no las agarre por sorpresa y lo cobren luego en mal humor con sus niños.
También el sacrificio de las noches sin dormir, la pérdida de libertad, de comodidad, etc... son muchos factores que estas mujeres sopesaron a la hora de decidir no ser madres. Y es ¡válido!
Es cierto que quienes somos madres, vamos a tener muchísimos elementos a favor respecto a la parte buena y linda de ser mamá, pero eso no es algo que se pueda generalizar a quienes no lo sienten de esa manera.
Es una postura equivocada, querer convencer a otra persona que la elección que uno hizo es la mejor en todos los casos. Es la mejor para uno y nada más.
Lo mejor para el otro, no lo podemos saber: siempre vamos a basarnos en nuestros parámetros, que tienen que ver con nuestra historia de vida, con nuestra educación, con nuestras metas, nuestros sueños, ideales, etc. La otra persona tiene otros parámetros tan válidos y respetables como los nuestros.
Incluso a veces se escuchan argumentos en donde nos damos cuenta que la decisión de otras personas del por qué tuvieron hijos, no siempre fue bien pensada... o al menos, no la compartimos en absoluto.
Hay casos en que no pensaban en el ideal de familia, en el disfrute del amor incondicional que nos brinda un niño o en el increíble milagro de generar vida y disfrutar de ayudarlos a crecer, sino que lo hicieron por fundamentos tales como que se "deberían" tener hijos, para que alguien nos cuide cuando seamos ancianos. Recuerdo una respuesta en particular a este argumento: "... probablemente a mí, que no tengo hijos, me cuiden los mismos empleados del asilo de ancianos donde te pondrán los tuyos”. Si se tienen hijos por expectativas como ésta, probablemente se lleven desilusiones en muchos casos.
Por eso es que tener o no un hijo, pasa por el sentimiento que cada uno tenga a respecto y crea conveniente para sí. El resto no debe influir en esas decisiones.
El único inconveniente real que una mujer debe enfrentar cuando toma esta decisión de no querer tener hijos, es que su pareja tenga un deseo diferente.
Acá es la única situación en la cual se va a ver enfrentada a tener que tomar una decisión de vida.
Las opciones no son muchas: o se complace a la pareja por encima de su propio deseo (que en mi forma de ver no es lo más aconsejable, pero es una opción válida) o se decide mantener su postura y que sea decisión de la otra persona si está dispuesta o no a sacrificar su paternidad o ir en busca de otra posible “mamá”.
Esta es la única encrucijada real por la que tendrá que atravesar. Y es algo que se decide poniendo en la balanza todos los elementos a favor y en contra... los sentimientos propios respecto a esta situación, a la pareja y ver qué pesa más para tomar la decisión. Este es uno de esos casos en que la decisión tiene que ser muy bien pensada y sopesada.
Por eso es bueno que cuando dos personas se están conociendo, este punto sea claro desde el comienzo.
Si bien hay algunas excepciones, he visto casos de mujeres que cambian de parecer, porque una cosa era imaginarse su vida con hijos fuera del contexto de estar enamorada y en pareja, y otra, cuando se siente enamorada y producto de ese amor hacia su pareja, también les nace el instinto maternal de querer un hijo de ambos.
Es una decisión de las más importantes de la vida, por tanto no hay que dejarse llevar por estereotipos sociales, ni presiones de personas ajenas a nuestra vida de a dos. Es una decisión personal pero que también se toma en un ámbito de pareja.
Sea cual sea a decisión que tomes, siempre piensa que lo importante es que lo hagas en formar responsable y segura. De esta forma no te arrepentirás a futuro.
Ps. Silvia Cardozo
Ps. Silvia Cardozo
ensil@adinet.com.uy
Terapeuta Cognitivo-Conductual
Técnico en Sexología Clínica
Integrante, Coordinadora y Docente de Suatec (Soc. Uruguaya de Análisis y Terapia del Comportamiento)
Teléfono del consultorio: 2 707 90 27
Contenido relacionado
Comentarios (10)
Agregar un comentario
Comuna Mujer 25-03-2013
Alejandra 24-03-2013
Alejandra 24-03-2013
Alejandra 24-03-2013
Comuna Mujer 22-03-2013
jennifer mendez 21-03-2013
M. Judith 21-03-2013
M. Judith 21-03-2013
Comuna Mujer 20-03-2013
ana garcia 20-03-2013
Mostrando: 10 de 10
