A continuación, les dejo un ejemplo para reflexionar. Son dos fotos de Susan Boyle, en su "antes y después".
Esta mujer, voluntaria de una iglesia católica escocesa, se dió a conocer al mundo el 11 de abril de 2009, cuando apareció como concursante en la tercera temporada del programa de televisión británico
“Britain´s Got Talent”. Allí, saltó casi inmediatamente a la fama mundial, al momento de interpretar
"I dreamed a dream", del musical
“Los Miserables”.
Antes que ella cantara, el público y los jueces, parecían expresar escepticismo sobre su apariencia, torpeza y edad. En cambio, su voz fue tan destacada, que recibió de inmediato la ovación de la audiencia, atrayendo para sí los votos de los jueces Simon Cowell y Amanda Holden, y el
"mayor sí que he dado a nadie" de Piers Morgan.
Pero vayamos a esa
“primera impresión”: cuando el jurado la vió, se quedó helado por su apariencia física y hasta se burlaron de Susan… pero más sorprendidos se quedaron, cuando escucharon su hermosa voz. De allí, su carrera fue meteórica.
En su transformación de imagen, Susan
nunca dejó de ser ella misma, sino que simplemente
potenció un aspecto de su vida que quizás no le importaba.
Esta es indudablemente, una historia de vida y de cambios.
Roxana Debiaggi -
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