El período de vida del ser humano está determinado por el envejecimiento de los tejidos y la vida de los tejidos está determinada por la vida de la células.
La esperanza de vida de todas las especies, se encuentra genéticamente determinada. Las células se dividen un número predeterminado de veces a lo largo de la vida de la persona, haciendo que la especie humana tenga un límite biológico de 120 años para el hombre y 125 para la mujer. Esto se denomina Indice de Hayflick en honor al científico que comprobó esta hipótesis.
Existen múltiples teorías del envejecimiento del ser humano; el envejecimiento es un fenómeno multifactorial que afecta todos los niveles de organización biológica y se han llegado a postular casi 200 teorías del envejecimiento.
Algunas de las más estudiadas son la teoría de los Radicales Libres (Especies Reactivas de oxígeno, nitrógeno y carbonilo) y la teoría relacionada con el acortamiento de los telómeros. Los telómeros son las prolongaciones de los cromosomas, las cuales se van acortando a medida que el individuo envejece.
En la medida que podamos lograr un efecto antioxidante para combatir las especies reactivas y proteger a los telómeros para evitar su pronto acortamiento, vamos a estar previniendo el envejecimiento celular.
Durante muchos años, el mundo científico se vio sorprendido por la longevidad y buena calidad de vida de las personas que mantenían una dieta mediterránea, en especial los franceses y por esta razón a este fenómeno se le denominó Paradoja Francesa.
¿Cómo podían explicar los científicos que una abundante dieta rica en grasas, aceite de oliva, vinos, frutos secos y quesos, resultara en una perfecta salud de las arterias y los tejidos?
En el año 1991 el científico Leonard Guarente, demostró en levaduras y moscas que una enzima llamada Sirtuina era necesaria para prolongar la vida de las células. En el año 2003 el científico David Sinclair, descubre que las Sirtuinas pueden ser activadas por compuestos naturales (polifenoles-flavonoides) de los cuales el más estudiado es el Resveratrol.
El Resveratrol actuaría como “Modulador de las Sirtuinas” y estas enzimas protegerían del Stress Oxidativo (provocado por los Radicales Libres) y además enlentecerían el acortamiento de los telómeros de los cromosomas. Se constituyen así en un factor de prevención del envejecimiento celular, de los tejidos y por consiguiente del envejecimiento del individuo.
El Resveratrol es un flavonoide presente en más de 70 especies vegetales (uvas: vino y mosto, olivas, frutos secos, frutos de bosque, ostras) que posee propiedades antioxidantes y anticancerígenas, por lo tanto los alimentos y bebidas que lo contienen se consideran saludables o recomendables para la salud.
También se han demostrado sus efectos saludables en la aplicación tópica (sobre la piel), por lo que se han desarrollado cosmecéuticos conteniendo este principo activo, que previenen el envejecimiento cronológico y biológico de la piel (manchas inestéticas, arrugas, deshidratación), constituyéndose en una alternativa terapéutica de vanguardia.
Dermur