La tarea más difícil.
Trabajo hace años como psicóloga, orientando a las personas a lograr sus objetivos. Los mismos varían de uno a otro, sin embargo tienen todas ellas algo en común y es la búsqueda de la Felicidad.
Reconozco que siempre fue más fácil mirar afuera y ayudar a los otros... decirles qué camino seguir, enseñar estrategias, acompañar en diferentes ámbitos de la vida y más.
Pero esta profesión, me coloca también como persona, en mi propia búsqueda de la Felicidad. Allí fue mucho más difícil. Porque sabía la teoría, pero ahora tenía la responsabilidad de poner dichas teorías en práctica. Para esto necesité también buscar ayuda, libros, mentores, guías y todo lo que me hiciera sentir bien.
El gran descubrimiento fue que para ser feliz, debía QUERERME.
Sí, ya sé: suena fácil y en general, solemos decir que nos queremos. Pero, ¿es esto cierto? En este hermoso camino, descubrí que tanto a mí, como a las personas que acuden a consulta, lo que les falta es amor por uno mismo.
Sí, había buenas madres, padres, amigos, que hacían lo mejor posible por los otros. Les pregunto: ¿por ustedes hacían lo mismo? Ahí, es donde encontré, la pieza que me faltaba en este puzzle.
Había caído en la trampa de pensar que hacer todo por los demás, era AMOR... que hacer solo lo que me gustaba, era AMOR. De pronto, en este recorrido, descubrí que la única manera honesta y real de querer a los otros, empezaba por quererme a mí misma y que este AMOR, implicaba muchas veces hacer cosas que no tenía ganas o dejar de hacer cosas sí tenía ganas.
Les explico. Si una persona se AMA a sí misma, jamás estará sola, ya que cuenta con ella misma. Quererme implicaba obligarme a cuidarme con la comida, a trabajar para poder pagar no solo las cuentas, sino también para darme un gusto, a hacer gimnasia por salud y estética, y estas son cosas que muchas veces no tenemos deseos de hacer.
Empecé a pensar en mí. A OBLIGARME a hacer cosas buenas para mí, aunque no tuviera el deseo. Si mi deseo hoy por hoy es quedarme tirada todo el día en la cama, eso no era un deseo, sino una falsa comodidad. Cuando te obligas a hacer algo, como ir al dietista y CUMPLIR, salir a caminar aunque haga frío, alejarme de personas que me dañan con sus palabras, pero que creía que estaba bien, ya que lo hacían desde siempre…
Ahí descubrí que el AMOR implica obligarnos a hacer cosas, aunque no tengamos ganas.
Te aconsejo que tu también lo intentes y luego de que lo hagas, te preguntes ¿estás arrepentido de haberlo hecho? Si la respuesta es NO, vas por buen camino.
Puedes hacer todas las terapias que quieras, asistir a todos los cursos, pero si falta el AMOR POR TI MISMO, estás en el camino equivocado.
Te invito a quererte, a cuidarte, a mimarte, a OBLIGARTE a hacer aquellas cosas que te hacen bien.
Para QUERERTE no esperes a estar motivado: la motivación como lo digo siempre, “no surge antes, sino durante”, es decir, que si te quedas "pegado" a una situación, lugar, persona, porque aún no estás motivado para cambiar, me veo obligada a decirte, que estás haciendo un giro de 360 grados... es decir, das vueltas y vueltas, para amanecer en el mismo lugar.
Por ende, debes OBLIGARTE a hacer esas tareas que has dejado de lado. Dejar de hacerte trampa al solitario y empezar a mimarte con las personas que te juntas, con lo que comes... vamos a referirnos a ese tema en específico: por ejemplo, no comer lo que “tengas ganas”, sino lo que te hace bien y eso, el día de mañana, no te hará sentir culpa; como consecuencia, tu cuerpo -que es como tu vehículo que te lleva a todas partes- estará bien alimentado y cuidado, Por ende, debes darle el combustible que necesita, sin excesos, sin faltas y con amor.
¿Se entiende? QUIERETE, CUIDATE, MIMATE. Un adicto que se deja ganar por el vicio, que se da las ganas de hacer "lo que se le canta", se auto agrede, se lastima y se siente mal, luego de cada consumo.
QUERERTE ES PONERTE LÍMITES, al igual como se hace con un hijo... empieza a ser tu mejor amigo.
Te dejo mi luz, te apoyo en esta nueva forma de ver y de vivir esta vida, y puedes dejar tus consultas para poder guiarte si me es posible, en esta fantástica búsqueda de LA FELICIDAD.
Viviana Vaisenberg
Coaching-Counselling
Terapeuta del Comportamiento