En esta dirección, han aparecido algunos estudios que pretenden explicar la adicción y el tratamiento inadecuado de las nuevas tecnologías. Estos apuntan a perfiles definidos por:
• Baja autoestima: las personas con una mayor tendencia a buscar apoyo en los demás y con una necesidad alta de aprobación social. Debido a estas necesidades, es habitual que se haga un uso inapropiado del teléfono móvil.
• Extraversión: las personas extrovertidas, suelen buscar situaciones sociales particulares, que generan un uso inadecuado del teléfono.
• Impulsividad: la baja capacidad de reflexión sobre las consecuencias de una acción previa a su realización, suele provocar comportamientos inadecuados para con los demás.
Podemos entender, pues, que las personas que tienen gran dependencia de las tecnologías y que, por ello, presionan a través de las redes, poseen alguna característica de las comentadas anteriormente. Así, recordemos en este punto, que la presión social es una cuestión aprendida y que la necesidad de contacto permanente con los demás, favorece una percepción totalmente subjetiva de proximidad.
Por ello, es esencial que valoremos esto y que recordemos que si no nos contestan, no quiere decir que no nos aprecien o no quieran tener relación con nosotros. Una persona que no contesta al whatsapp, puede estar durmiendo, viendo la televisión, leyendo un libro, comiendo, respirando o simplemente, ¡viviendo!
Puede que no le apetezca contestar o que no lo vea necesario. Por ello, no debemos angustiarnos ni hacer atribuciones sobre ello. Esto no significa que nos den más o menos importancia; la lectura más saludable sobre esto, es que los demás son personas libres con derechos. Todos podemos decidir si queremos o no queremos ser esclavos de la tecnología.
No tenemos la obligación de estar localizables o en disposición de mantener una conversación en cualquier momento. Por eso, es bueno que mantengamos el control sobre nuestra vida y no permitamos que las redes sociales monitoricen nuestra vida. Si pensamos sobre ello y establecemos los límites que queramos de manera asertiva, nos invadirá una sensación de libertad emocional maravillosa.