Síndrome pre menstrual
Casi todas lo hemos sufrido o lo seguimos padeciendo cada mes. Calambres, dolores de cabeza, sensibilidad extrema… casi ninguna nos libramos de él. Es el síndrome premenstrual. No suele ser preocupante y la mayoría hemos aprendido a convivir con ello; pero no por conocido es menos fastidioso. Hoy queremos darles unos pequeños consejos para hacer que esos días previos a “la regla”, pasen mejor.
Hay varios factores que influyen en él: psicológicos, sociales, aunque sobre todo, son físicos. Para los primeros sobre todo, hay que controlar el estrés, ya que los períodos en los que nos sentimos más presionadas de manera externa o interna, son aquellos en los que padecemos más los mencionados síntomas.
Contar con un entorno comprensivo, que no minimice ni ridiculice nuestro estado, es también imprescindible. No se trata de una enfermedad, por fortuna, ni de nada incapacitante en la mayoría de los casos; pero encontrarse con un chiste de mal gusto o un desprecio machista, no ayuda cuando tenemos la sensibilidad a flor de piel, ¿verdad?
Dependiendo de la naturaleza e intensidad de nuestros síntomas, cada una deberá optar por aquello que le convenga más. De manera más o menos general, llevar una vida activa y hacer deporte ayudan, ya que eliminarás con más facilidad la molesta retención de líquidos, causante del dolor y la presión en los pechos y abdomen; y las endorfinas segregadas, te pondrán de mucho mejor humor.
Evitando la sal y los excitantes, impedirás la retención y alterar tu equilibrio. Procura tomar bastante fibra (verduras, legumbres) si padeces estreñimiento y fíjate bien en la presencia de alimentos que te sientan mal en estos días (puedes ser más sensible a aquello que produce acidez de estómago o intolerancia), quedando desde ya vetados en esta etapa.
Ciertas infusiones pueden resultarte de gran ayuda, tanto en los días previos, como para luchar contra las molestias propias de la menstruación. La onagra, la manzanilla, el romero o la hierbabuena facilitan el proceso y alivian los calambres; mientras que el cedrón, el azahar, la lavanda y la valeriana, nos relajarán y despejarán la mente. ¡Nada mejor que los remedios de la abuela!
Unos días al mes, hemos de pasar por ciertas molestias. Procuremos que sean mínimas y disfrutemos al máximo de cada momento.
www.sabesloquequieres.com
Este artículo tiene como finalidad ser informativo. Comuna Mujer no proporciona consejos médicos, ni recomendamos productos o servicios de atención de salud.
Hay varios factores que influyen en él: psicológicos, sociales, aunque sobre todo, son físicos. Para los primeros sobre todo, hay que controlar el estrés, ya que los períodos en los que nos sentimos más presionadas de manera externa o interna, son aquellos en los que padecemos más los mencionados síntomas.
Contar con un entorno comprensivo, que no minimice ni ridiculice nuestro estado, es también imprescindible. No se trata de una enfermedad, por fortuna, ni de nada incapacitante en la mayoría de los casos; pero encontrarse con un chiste de mal gusto o un desprecio machista, no ayuda cuando tenemos la sensibilidad a flor de piel, ¿verdad?
Dependiendo de la naturaleza e intensidad de nuestros síntomas, cada una deberá optar por aquello que le convenga más. De manera más o menos general, llevar una vida activa y hacer deporte ayudan, ya que eliminarás con más facilidad la molesta retención de líquidos, causante del dolor y la presión en los pechos y abdomen; y las endorfinas segregadas, te pondrán de mucho mejor humor.
Evitando la sal y los excitantes, impedirás la retención y alterar tu equilibrio. Procura tomar bastante fibra (verduras, legumbres) si padeces estreñimiento y fíjate bien en la presencia de alimentos que te sientan mal en estos días (puedes ser más sensible a aquello que produce acidez de estómago o intolerancia), quedando desde ya vetados en esta etapa.
Ciertas infusiones pueden resultarte de gran ayuda, tanto en los días previos, como para luchar contra las molestias propias de la menstruación. La onagra, la manzanilla, el romero o la hierbabuena facilitan el proceso y alivian los calambres; mientras que el cedrón, el azahar, la lavanda y la valeriana, nos relajarán y despejarán la mente. ¡Nada mejor que los remedios de la abuela!
Unos días al mes, hemos de pasar por ciertas molestias. Procuremos que sean mínimas y disfrutemos al máximo de cada momento.
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