Tilo en flor
Apenas unas ramas frágiles y descoloridas, meciéndose con la mínima brisa.
Así era cuando nos mudamos por primera vez, a una casa con terreno.
Hoy después de muchas primaveras, se alza majestuoso por encima del resto de los árboles frutales, entrecruzándose románticamente con los cercos en flor.
Impresiona verlo de lejos. Parece no tener un límite en su colosal altura.
Refugio de infinidad de caracoles que tapizan su tronco y suben hasta algunas de las ramas altas... así como pájaros cantarines que sólo se pueden escuchar sin dejarse ver, ocultos entre sus ramas.
También sirvió de soporte para la hamaca, cuando éramos niños.
Dicen que hay que abrazarse fuerte al tronco de un árbol para cargarnos de energía, fortalecernos y sanarnos...
Mientras recuerdo y lo observo, caen como guirnaldas sobre mi cabeza, los suaves ramilletes de sus flores…
Autora: Ma. Julia Torres Bustamante
¿Y tú... tienes algun árbol o planta que asocies a lindos recuerdos?