Trabajando feliz
Un tema muy recurrente en nosotras las mujeres, es la culpa por tener que enfrentar la dualidad de funciones: como ser profesional y además, mamá y ama de casa.
Empecé a trabajar muy joven y siempre me ha gustado mucho mi trabajo. Pienso que si uno disfruta de su trabajo y lo hace llena de motivaciones, es capaz de sentir menos culpas de dejar labores en manos de otros o bien, hacerlas cuando se tiene el tiempo necesario.
Para mis hijos es muy importante ver y compartir con una mamá contenta y que se dedica a hacer varias cosas durante el día o en el tiempo que se decida. En mi experiencia, ese estilo me ha permitido compartir con ellos gratos momentos y además, hacerlos partícipes de mis sueños y cambios en los diferentes momentos de la vida.
Hoy mis hijos son grandes y cada uno tiene sus actividades que los hacen sentir útiles, contentos, realizados… en proceso de ser cada día mejores personas. Cuando eran chicos, tenía una persona en la casa que me ayudaba en que todo funcionara bien, aunque los fines de semana y en la noche personalmente, me preocupaba de los detalles. Nunca me ha gustado desligarme de los temas y me gusta supervisar personalmente los detalles.
Ahora que mis hijos están grandes, los he involucrado en ciertos temas y muchas decisiones las tomamos en conjunto. O bien muchas tareas, ya son responsabilidades compartidas.
Lo más importante para mi es que todos los integrantes de la familia se sientan cómodos y se den cuenta que el éxito de la familia depende de todos. Cuando los hijos son chicos, la responsabilidad cae en los papás… pero cuando van creciendo, mi idea es que todos participen de un gran proyecto de vida y se involucren. Pienso que somos más felices si nos hacemos cargo unos de otros y buscamos el bien colectivo.
Dado lo expuesto en el párrafo anterior, es que siempre he trabajado feliz. Me gusta lo que estudié, me gusta lo que hago. Disfruto día a día con lo que tengo y con lo que hago, me encanta buscar desafíos nuevos y ahora que mis hijos están grandes, les comparto lo que siento, al igual que mis anhelos.
En base a lo que he experimentado, me he dado cuenta que mis hijos valoran cómo he sido con ellos y ven como un ejemplo a seguir, muchas de las cosas que les he ido mostrando en estos años.
Obvio que a lo mejor podría hacer las cosas de distinta manera: a lo mejor a otras personas les ha funcionado otra idea o manera de ser. Es cierto que no hay reglas… solo comparto lo que yo he vivido.
Yerka Yukich
Publicista de la Universidad de Santiago, con Diplomado en Marketing de la UAI y curso de Marketing en la UC. Cuenta con más de 15 años de experiencia trabajando en áreas de marketing de diversas empresas. Entre otros, se desempeñó en Entel teniendo a su cargo la publicidad y acciones de Marketing de Internet (como ISP) y del portal 123.cl.
Desde el año 2002 es Gerente General de IAB Chile, agrupación que reúne los principales representantes de la publicidad online de Chile.
Publicado originalmente en www.momwo.com