Una huerta requiere de sol, sobre todo en épocas invernales, debido a que las plantas requieren por lo menos seis horas de sol diarias. Si en verano hay un sol excesivo para ciertas plantas como las lechugas, es posible generar sombra mediante protecciones.
Por lo tanto, hay que observar el lugar antes de ubicar la huerta: si hay muros altos, si hay árboles y cómo proyectan la sombra. Recordar que el sol realiza una recorrida más corta de Este a Oeste y más baja en invierno que en verano; y además, tener en cuenta que el sol es más fuerte entre las 11 y las 16 horas en verano y es este sol, el que puede ser excesivo para ciertas plantas en la época estival.
También hay que tomar en cuenta los desniveles del suelo, para evitar que la huerta se inunde o sea barrida por el agua en épocas de lluvia. Conviene evitar vientos excesivos, aunque en estos casos, es posible sostener las plantas con tutores.
El mismo estudio debe realizarse para huertas en recipientes (ya sean macetas o envases plásticos). Si estos son de fácil desplazamiento, ubicarlos en zonas muy soleadas en invierno y moverlos también para zonas soleadas en verano, pero evitando el sol quemante del mediodía.
Prof. Pablo Machado
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