Dejemos en claro que ser sumiso, padecer un trastorno por dependencia, no es sinónimo de ser bueno. Una cosa es ser tolerante en la pareja y otra muy distinta, es ser sumiso o sumisa, que derivan de la palabra sometimiento... donde una persona se somete a otra u otras, a pesar de que sus gustos, sus creencias, sus preferencias, sean distintas, para poder agradar.
Es importante trabajar este trastorno, ya que el mismo muchas veces deriva en otras patologías y generalmente son estas, las que llevan a consultar al paciente. Debido a que se asocia con baja autoestima, puede tener como efecto secundario, episodios de ansiedad y/o depresión.
Si bien la persona puede mejorar la ansiedad y la depresión a través de la asistencia médica, con ansiolíticos y antidepresivos, lo mejor es que se realice un tratamiento conjunto, trabajando tanto la ansiedad, depresión, como los pensamientos negativos, que la persona tiene sobre sí misma... estas ideas, que la llevan a pensar que su opinión, no es tan importante como la de los demás... que necesita la aprobación de su pareja, madre, padre, hermanos, amigos, etc., para que validen lo que le gusta, poniéndose siempre un escalón más abajo de los demás.
La sumisión nunca llega a buen fin, porque la persona no es feliz sometiéndose y el sometedor, también se aburre.
Generalmente las personas sometidas, piensan que obtienen un beneficio, ya que al comportarse como los otros quieren, serán aceptados, valorados, queridos.
Pero ocurre todo lo contrario, ya que al principio por ejemplo, la persona que es quien somete, parece realizada de obtener lo que quiere. También, luego se aburre con esta situación.
Les cuento que es muy atractivo para ambos, que cada cual tenga sus intereses. Las discusiones, como forma de intercambio son sanas, ya que cada uno plantea sus gustos, necesidades, no para ser satisfechas por el otro, sino de repente para compartirlas. En ningún momento son los otros responsables de tu felicidad, aunque sean tus personas más allegadas.
Espero que este artículo te haya ayudado a saber que no eres ni más importante que nadie, ni tampoco menos importante... que todos merecemos respeto... que respetando se puede discutir, pensar diferente... que respetamos a la otra persona, aunque nuestros gustos sean diferentes... que decir "NO", es la forma de respetarte y de poner límites. Los límites son buenos, nos cuidan.
La única persona que me puede ayudar y satisfacer, soy yo misma. El resto de las personas son una linda compañía, pero jamás ninguna de ellas, está por encima de ti, ni por debajo.
Quiérete y piensa: ¿estás siendo tolerante o te estás sometiendo?
Viviana Vaisenberg
Terapeuta de Comportamiento