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Trastorno de Personalidad por Dependencia

Trastorno de Personalidad por Dependencia
Es algo muy grave, ya que invalida el desarrollo, tanto de las mujeres como de los hombres que lo padecen.

Tendemos muchas veces a confundir este trastorno, con una persona sumisa y no a verlo como una patología, cosa que sí es.

La mayoría de las veces se habla de mujeres sumisas o sometidas, ya que por deformación es la sociedad, la cultura en donde vivimos, quienes han favorecido a que las mujeres sean sumisas, como algo positivo. 

La idea de este artículo, es que entiendan que esto es negativo, que es un trastorno y como tal, se puede mejorar... se puede crecer, salir adelante y empezar a disfrutar de ser uno mismo. Este es un motivo para buscar ayuda profesional, con el fin de salir adelante.

Este NO crecimiento de la persona sumisa (o sea, dependiente), se ve cómo afecta su desarrollo personal y también, al de las personas a las cuales trata de agradar.

Estas son las características de este trastorno, obtenidas del DSM V.

Criterios para el diagnóstico de Trastorno de la Personalidad por Dependencia

Una necesidad general y excesiva de que se ocupen de uno, que ocasiona un comportamiento de sumisión y adhesión, al igual que temores de separación, que empieza al inicio de la edad adulta y se da en varios contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:

1. tiene dificultades para tomar las decisiones cotidianas, si no cuenta con un excesivo "aconsejamiento" y reafirmación, por parte de los demás

2. necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las principales parcelas de su vida

3. tiene dificultades para expresar el desacuerdo con los demás, debido al temor a la pérdida de apoyo o aprobación (nota: no se incluyen los temores o la retribución realista)

4. tiene dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su manera (debido a la falta de confianza en su propio juicio o en sus capacidades, más que a una falta de motivación o de energía)

5. va demasiado lejos llevado por su deseo de lograr protección y apoyo de los demás, hasta el punto de presentarse voluntario para realizar tareas desagradables

6. se siente incómodo o desamparado cuando está solo, debido a sus temores exagerados a ser incapaz de cuidar de sí mismo

7. cuando termina una relación importante, busca urgentemente otra relación que le proporcione el cuidado y el apoyo que necesita

8. está preocupado de forma no realista por el miedo a que le abandonen y tenga que cuidar de sí mismo.

Dejemos en claro que ser sumiso, padecer un trastorno por dependencia, no es sinónimo de ser bueno. Una cosa es ser tolerante en la pareja y otra muy distinta, es ser sumiso o sumisa, que derivan de la palabra sometimiento... donde una persona se somete a otra u otras, a pesar de que sus gustos, sus creencias, sus preferencias, sean distintas, para poder agradar. 

Es importante trabajar este trastorno, ya que el mismo muchas veces deriva en otras patologías y generalmente son estas, las que llevan a consultar al paciente. Debido a que se asocia con baja autoestima, puede tener como efecto secundario, episodios de ansiedad y/o depresión. 

Si bien la persona puede mejorar la ansiedad y la depresión a través de la asistencia médica, con ansiolíticos y antidepresivos, lo mejor es que se realice un tratamiento conjunto, trabajando tanto la ansiedad, depresión, como los pensamientos negativos, que la persona tiene sobre sí misma... estas ideas, que la llevan a pensar que su opinión, no es tan importante como la de los demás... que necesita la aprobación de su pareja, madre, padre, hermanos, amigos, etc., para que validen lo que le gusta, poniéndose siempre un escalón más abajo de los demás. 

La sumisión nunca llega a buen fin, porque la persona no es feliz sometiéndose y el sometedor, también se aburre.

Generalmente las personas sometidas, piensan que obtienen un beneficio, ya que al comportarse como los otros quieren, serán aceptados, valorados, queridos. 

Pero ocurre todo lo contrario, ya que al principio por ejemplo, la persona que es quien somete, parece realizada de obtener lo que quiere. También, luego se aburre con esta situación.  

Les cuento que es muy atractivo para ambos, que cada cual tenga sus intereses. Las discusiones, como forma de intercambio son sanas, ya que cada uno plantea sus gustos, necesidades, no para ser satisfechas por el otro, sino de repente para compartirlas. En ningún momento son los otros responsables de tu felicidad, aunque sean tus personas más allegadas.

Espero que este artículo te haya ayudado a saber que no eres ni más importante que nadie, ni tampoco menos importante... que todos merecemos respeto... que respetando se puede discutir, pensar diferente... que respetamos a la otra persona, aunque nuestros gustos sean diferentes... que decir "NO", es la forma de respetarte y de poner límites. Los límites son buenos, nos cuidan.

La única persona que me puede ayudar y satisfacer, soy yo misma. El resto de las personas son una linda compañía, pero jamás ninguna de ellas, está por encima de ti, ni por debajo. 

Quiérete y piensa: ¿estás siendo tolerante o te estás sometiendo?


Viviana Vaisenberg
Terapeuta de Comportamiento

Comentarios (1)

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monica 21-09-2017

Gran verdad lo que se ha expresado.

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