El sueño es indispensable para mantener la mente despejada y poder pensar con claridad. De hecho, nuestro
cuerpo lo usa para eso: para reiniciarse, recargar energía, replantearse sus ritmos y retomar la vida con más fuerza.
Dado que el sueño es una necesidad básica como puede serlo comer o beber, debemos darle la importancia que realmente tiene. Así, para mantener una correcta higiene de sueño, debemos manejar adecuadamente los puntos que les presentamos a continuación.
• Evitar las bebidas energéticas, la cafeína, el alcohol o el tabaco a partir de las 18 hs. Esto es básico para dormir correctamente.
• Si bien debemos de hacer ejercicio físico con regularidad, debemos procurar que este se realice de tres a cuatro horas antes de ir a dormir.
• No ingerir grandes cantidades de alimentos y/o líquidos antes de acostarse.
• No comer si se despierta durante la noche.
• Mantener una temperatura agradable (no más de 23º), y reducir la luminosidad y los ruidos en el cuarto en el que vayamos a dormir.
• No ir a la cama con hambre.
• Evitar dormir en un colchón muy duro.
• Reducir las siestas.
• Retirar el despertador de la habitación para reducir la ansiedad.
• Ir a la cama sólo cuando se tenga sueño.
• Si a los quince o veinte minutos de acostarse, no logra conciliar el sueño, lo mejor es levantarse y realizar una tarea tranquila, para volver a la cama cuando se tenga ganas de dormir.
• Mantener horarios regulares.
Si hay alguna preocupación que nos ronda por la cabeza, “enchufarnos” unas horas de sueño, nos ayudará a ver las cosas de otra manera.