Las manos, dependiendo de la profesión, pueden ser de vital importancia para el día a día de algunas personas. A otras, les gusta tenerlas arregladas por motivos de presentación personal o como una simple pretensión. Por eso hay que estar constantemente cuidándolas y dándoles la atención necesaria.
Existen diferentes alteraciones que pueden presentar las uñas, como láminas frágiles, quebradizas o cutículas resecas. Estos síntomas pueden aparecer en cualquier persona, por diferentes factores que atacan directamente a la uña. Dentro de éstos, están por ejemplo, el comerse las uñas o el estar constantemente metiéndolas en la boca. La saliva contiene diferentes enzimas que actúan dañando la lámina y esto, puede causar la alteración en el normal desarrollo de la uña. Otros factores, están relacionados a enfermedades que tengan como consecuencia el debilitamiento de ésta.
Se pueden realizar diferentes tratamientos de manicure, que ayuden a fortalecer las uñas sanas (una vez descartada o tratada alguna patología). Lo recomendable es que éstos, contengan productos naturales que las endurezcan e hidraten las cutículas.
Parte del procedimiento en un servicio de spa, asociado a una manicure para tratar las alteraciones mencionadas, implica
pulir suavemente la lámina de la uña para que pueda existir una mejor absorción de los nutrientes que se vayan a utilizar. Este proceso se tiene que realizar con cuidado, para no hacer un daño mayor en el área. Algunos de los productos recomendados para hacer que la uña se endurezca y comience a tener un aspecto más sano y sin quiebres, son: la keratina, el calcio y aceites específicos para hidratar la cutícula.
Es bueno realizar estos tratamientos periódicamente, dado que la solución a estos problemas puede ser lenta. Todo tratamiento tiene que estar acompañado de una adecuada mantención, por parte de cada persona. Coral Spa
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