Cuando tu pareja se queda sin trabajo
Cuando uno de los miembros de una pareja pierde el empleo, se genera una situación de inestabilidad tanto para quien perdió el trabajo, como para su pareja.
En el primer momento sobreviene la preocupación, la angustia, rabia, impotencia, ese tipo de sentimientos… a veces también, el desespero. Es cuando hay que tratar de tomar una actitud que ayude a la situación y no que termine afectando más de lo esperable.
Muchas veces se hace difícil, porque estos mismos sentimientos interfieren y no le permiten a la persona, saber con claridad qué hacer ni cómo enfrentar el problema. Es el momento en que la pareja puede ayudar escuchando su problema, tratando de que el tema no se magnifique, brindándole apoyo, cariño y ayudando a planificar cómo afrontar la situación.
Dejar en claro que el lugar que ocupa en la pareja quien ha perdido el trabajo, no cambia porque en este momento no aporte dinero: como le puede pasar a uno, el día de mañana le puede pasar al otro... que la pareja está para ayudarse y apoyarse en los momentos difíciles, y que saldrán airosos de este problema.
Para ayudar a que la situación sea controlable, se puede hacer una lista de los gastos que tienen y ver cómo reducir los que no son necesarios. Reelaborar un nuevo presupuesto, acorde a la entrada de dinero que tienen ahora.
Si hay que recurrir a ahorros, tratar de hacerlo sin dramatizar, ya que estos ahorros son también para situaciones como ésta.
Luego, elaborar una lista de lugares donde puede enviar curriculum y ayudar a armarlo, si no lo tiene aún.
Comunicar la situación al resto de la familia, para que les den una mano y estén al tanto de la nueva situación de búsqueda de trabajo. Lo mismo a amigos y contactos, que puedan ayudar con la búsqueda de empleo.
Mientras pasan por esta etapa, la pareja que está sin empleo, puede colaborar más con la otra, complementándola y aliviándola en sus responsabilidades. Es una forma de compensar también al otro y no sobrecargarlo.
A veces tenían roles asignados dentro de la casa, según el horario de cada uno y ahora que uno de los dos dispone de más tiempo, pueden redistribuir dichas responsabilidades hogareñas, mientras dure esta situación. Así se torna más equitativo para ambos y nadie se siente sobrecargado.
Tratar de estar siempre activos, no dejar que la persona se deprima. También es el momento de replantearse su futuro laboral... tal vez pensar en algún emprendimiento propio o algo diferente... buscar varias opciones y luego, ver cuáles pueden llegar a ser más viables.
En general, cuando la pérdida de trabajo la tiene el hombre, es un golpe fuerte a su autoestima, ya que estamos educados en una sociedad donde el hombre es la figura de sostén familiar por excelencia, y si bien la mujer de hoy trabaja a la par del hombre y más, aún se tiene en algún lugar del inconsciente, esta premisa del hombre proveedor.
Este modelo también puede afectar a su pareja y cambiar la percepción del hombre que tiene al lado. A veces las mujeres se alejan o comienzan a criticarlo, a desvalorizarlo, etc. No pueden despegarse de ese modelo en que el hombre vale más desde su rol proveedor y que al haber perdido eso, les cuesta verlo en su totalidad. Son pensamientos y actitudes que no suman en absoluto a la situación, sino que empiezan a afectar, además de la economía, al hombre que tienen al lado y también, a la relación de pareja.
Por eso es que hay que tratar de ser conscientes que este tipo de problemas no hablan del valor de la persona, sino de una situación a la cual hay que enfrentar y resolver. Los dramatismos y las críticas no suman, solo restan.
Es importante tener una actitud de apoyo, comprensión y promover la búsqueda activa de cómo subsanar esta problemática. Seguramente la pareja al sentirse apoyado, comprendido y motivado a salir adelante, logre sobreponerse más rápido de la situación, tenga más ánimos y esté activo para solucionar el problema. Esta es la mejor forma de sumar como pareja en este tipo de situaciones.
Cuando se subsana el problema laboral de esta manera, la pareja sale airosa de este hecho, aún más fortalecida, porque se percibieron del mismo lado. Saben que cuentan el uno con el otro, en todas las situaciones.
En cambio cuando no se da esto, hay un quiebre en esa pareja, por más solucionado que este el tema laboral. Por eso hay que estar muy atentos a cómo percibimos esta situación, y cuál es la mejor manera de salir adelante y airosos de ella.
Ps. Silvia Cardozo
Terapia Cognitivo Conductual
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