Muchos piensan que la zona de confort, está compuesta por todas aquellas situaciones agradables que nos rodean y que traen placer a la vida... la verdad es que no es así. La zona de confort, la componen todas las situaciones (buenas y malas) a las que ya estamos acostumbrados y que diseñan una rutina. Esa rutina, así sea detestable, nos evita cuestionar, pensar, tomar decisiones.
Ese es el único confort que nos procura: el de movernos por inercia. La zona de confort, es como esa burbuja en la cual nos resguardamos para que todo siga igual. Aún si nos quejamos y nos parece insoportable, seguimos ahí por esos miedos… y de esta forma, esa situación fácil y cómoda, se convierte en hábito.
El precio es muy alto. No salir de la zona de confort es prácticamente renunciar a la vida, al crecimiento. Seguimos ahí, vegetando, mientras los años pasan y nuestra vida se empobrece cada vez más.
Aquí hay diez buenas razones para que hagas algo importante por ti mismo: salir de tu zona de confort.
“La vida comienza donde termina tu zona de confort” – Anónimo.