1- En el fondo oscuro, con la poca fuerza que aún tienes, generar un movimiento: tal vez te parezca pequeño, pero levantarte de la cama, de la silla, de ese estar quieto y ver cómo vas a seguir de ahora en más, es el movimiento más grande que has hecho.
2- Todo esto tiene que venir acompañado sí o sí, de un cambio de pensamiento. Los pensamientos generan emociones o sea, de acuerdo a cómo pienses, así te sentirás. Si quieres cambiar tu estado ánimo, cambia los lentes con que ves y sientes el mundo. Piensa en un abanico de opciones: desde las más irracionales y disparatadas, hasta las más sensatas y racionales. No puedes cambiar el pasado, pero eres dueño de tu futuro y de tu forma de pensar. Piensa de una forma más positiva. Llevas años pensando de una forma negativa y para cambiar estos pensamientos, deberás utilizar todo tu ser, creer y sentir de verdad en esta nueva manera de ver lo que te pasó y cómo reinventarte y salir adelante fortalecido.
Seguramente hasta ahora te has dicho: "no puedo", "no lo aguanto", "jamás lo superaré"... ahora trabaja en el punto 2, para tener un pensamiento más real: "no me gusta lo que me pasó, sin embargo intentaré hacer tal o cual cosa para… " , "es intenso el dolor, pero se disipa con el tiempo... ", "me duele, pero podré superarlo".
3- Luego, debemos pasar a un tercer paso: la ACCIÓN. Recuerda que tal vez no sientas ganas de hacer cosas, sin embargo si te obligas a hacer algo, luego de hacerlo te sentirás mucho mejor. ¿Qué puedes hacer?¡Tantas cosas!... por ejemplo, ir a un gimnasio para generar endorfinas, que producen felicidad. Si no tienes dinero para el gimnasio, pues camina por un lugar que te guste o da una vuelta a la manzana... no tienes zapatos adecuados para salir a caminar, ¡camina descalzo! Elimina las excusas. Levanta el teléfono y llama a un amigo, a un psicólogo, psiquiatra. No esperes que las cosas vengan hacia ti: eres tú quien debe ir al encuentro de ese destino hermoso, que la vida tiene para ti. Piensa en lo que has aprendido, cualidades que no sabías que tenías y que solo las has descubierto, por ese impulso de vida de seguir adelante.
4- AYUDA A OTROS... esto siempre reconforta: a un animal, a una persona, a veces es dar un pote con agua a alguien sediento, otras veces es involucrarse en causas solidarias que van a generar cambios muy positivos en ti. Cuando ayudamos a otros, nos estamos ayudando a nosotros mismos y hay una empatía muy grande, ya que nosotros hemos pasado por ese dolor... ningún dolor es igual a otro, pero sí estamos hermanados, en el sentir. Nosotros seremos el ejemplo de que se puede. Iremos generando una cadena de felicidad: esa persona que ha tomado tu mano, tomará la de otro para ayudarlo a levantarse. De esta manera seremos cada vez más aquellos que sabemos que luego de la oscuridad, está la luz, la esperanza y la felicidad... que la felicidad está en cada uno de nosotros y no fuera... que la vida, el dolor, la felicidad, nos hermanan.
5- APRENDE. Esperemos no caer más en pozos tan oscuros, pero si por alguna razón te tocara volver a vivir una experiencia de tal magnitud, recuerda que TÚ puedes volver a salir, porque ya has aprendido cómo se hace.
Quienes elegimos la profesión de aconsejar, guiar, ayudar a otros, no estamos exentos de caer, sino que somos tan humanos como tú. Personalmente puedo decir, que sé lo que es la depresión y te puedo decir que se puede salir. Y este artículo pretende ser el eslabón de crecimiento para quien lo desee. Con que esto ayude a una persona a salir del trance en que se encuentra, mi corazón estará regocijado.
Ahora pasa el mensaje y sigamos con la cadena de felicidad. Viviana Vaisenberg Coaching- Counseling
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