Inicio Contacto Suscribirse

Seguinos en:

Home / Calidad de Vida / La importancia de lo que decimos a nuestros hijos

La importancia de lo que decimos a nuestros hijos

La importancia de lo que decimos a nuestros hijos
Antes que nada, debemos tener claro que los referentes de nuestros hijos, los modelos a seguir, somos nosotros: sus padres... y que la forma que elijamos para encarar la vida (ya sea de manera positiva y alegre, o de manera negativa y triste), será la que naturalmente incorporarán ellos.

¿Qué quiero decir con esto?

Muchos de ustedes, ya habrán escuchado hablar de lo importante que es la forma en que nos dirigimos a nuestros hijos. Somos nosotros quienes fomentamos o destruimos su autoestima. Por ejemplo, decirles reiteradamente: "¿qué has hecho? Eres un tonto”, puede ser muy perjudicial. Es muy distinto decirle a un niño que “hizo algo muy tonto”, a decirle que es tonto.

Eres un desprolijo” , es muy diferente a: “tu cuarto está desprolijo”.
El cuarto puede prolijarse, puede limpiarse; pero no le dejemos el rótulo de desprolijo a nuestro hijo.

Les pido que no confundan el ser con el hacer, son diferentes. Siempre van a ser personas inteligentes, queridas, amadas por nosotros y sobre todo, lo más importante: queridas por ellos mismos... independientemente que un día cometan una equivocación: eso no los transforma y tampoco, nos transforma a nosotros.

Enséñale a tu hijo que está bien equivocarse y que puede hacerse cargo de las consecuencias de un error y a su vez, aprender que todos nos equivocamos.

Pero... ¿qué pasa con ustedes? ¿cómo enfrentan la vida? ¿qué se dicen? ¿qué hacen?

¿Cuántos de ustedes, hacen comentarios como los siguientes: “¡qué problema!... nunca voy a superarlo”, "¡que día espantoso!”, “pensar que algunos sí tienen suerte”? Con estos comentarios, de cierta forma y sin quererlo, les estamos dando un doble discurso. Ellos mismos incorporan que la vida es un problema, básicamente insuperable, que no tienen suerte, etc.
 
Si queremos enseñar algo, empecemos a ser maestros a tiempo completo; no sólo cuando hablemos con ellos, sino cuando hablemos en general. Porque la vida es una escuela a tiempo completo, no sólo cuando le digo a mi hijo cosas bonitas.

Es hora de empezar a creer que el mundo es un bello lugar para vivir .

Presten atención cuando sus hijos juegan con muñecos o hablan entre ellos y repiten cosas de grandes como: “¡oh, cielo santo!¡qué espanto!”... aunque sean cosas que jamás se las hayamos dicho a ellos directamente.

Criemos hijos positivos

No significa ser falsos, pero si ver las cosas con otra óptica. Por ejemplo, ¿qué tal emplear: “hoy tuve un día complicado, pero buscaré la manera de solucionarlo”, “sé que puedo superar mis problemas”, “yo también tendré suerte, la ayudaré trabajando un poco más”?

Cuando hables con ellos, agrégale el tinte positivo a todo. Imagina que deciden ir a la casa de la abuela y tu hija, se queja porque no quiere ir, diciendo: “no, la vez pasada fuimos y me aburrí mucho”. No es necesario que le digas: “solo es un ratito, pobre abuela” y hacerla sentir culpable. Transforma todo lo que te digan negativo, en positivo; por ejemplo, dí: “esta vez la pasaremos genial... podemos llevar tus colores y haces un hermoso dibujo, de esos que tan bien haces...

Cuando por ejemplo, tengan miedo, no te burles. Averigua de qué tienen miedo y házlos sentir importantes. “No quiero ir a la nueva escuela, no conoceré a nadie”; en cambio dí : “¡qué bueno si no conoces a nadie!... significa que conservarás tus amigos del jardín e incorporarás a otros nuevos”. Si por el contrario el miedo es: “... ¿y si me pierdo?”; puedes contestar: “será una buena forma de conocer gente, preguntando dónde está tu clase”. También puedes pedirles a ellos que piensen soluciones para el problema que plantean. Esta es otra forma de darle importancia a nuestros hijos: preguntándoles su opinión. Como contestación, pueden decirte desde “no sé", hasta “podemos llegar un rato antes y recorrer la escuela” y ahí, tú le apruebas la idea y lo haces. Así, va perdiendo el temor... se anima a dar su opinión, se siente escuchado y esto contribuye a su autoestima.

Siempre que puedas, exprésales tu amor... no tengas miedo de abrazar, de besar, de decirle “te amo”, “te quiero”. Tal vez no seas una persona muy acostumbrada a ese tipo de demostraciones y al principio, puedas sentirlas como forzadas; pero con el tiempo te encantará y ambos/as se beneficiarán. No vas a malcriarlos por demostrarles todos los días cuánto los amas... sino que los harás sentirse amados y eso es lo más importante: será un augurio de una vida positiva y de felicidad.


Viviana Vaisenberg
Terapeuta del Comportamiento
Consultorio: 710.25.01
http://www.hacerterapiaonline.com  

Contenido relacionado

Comentarios (5)

Agregar un comentario

Comuna Mujer 23-07-2011

Gracias, Mariel! Qué bueno que te gustó la nota! Siempre apuntamos a publicar temas, que les sean útiles en su vida diaria.
Te mandamos un beso grande y te agradecemos mucho tu comentario.

Mariel 22-07-2011

muy constructivos los conceptos,vengo de otra época y la verdad que se aprende a motivar GRACIAS!!!!!!!

Vaisenberg Viviana 25-03-2011

Demostrar amor, es lo mejor que podemos hacer. Es lo que transmitimos, y lo que ellos a su vez podran transmitir. Recuerda que el sentirse amados, les fortalecera su Autoestima.

Comuna Mujer 24-03-2011

Muchas gracias Victoria, por dejarnos tu comentario. Como habrás leído en la nota, cualquier demostración de amor, nunca está demás.
Un beso grande y gracias por acompañarnos.

victoria landoni 23-03-2011

gracias viviana por tus consejos, soy de las que besa, abraza y mima mucho a sus hijos y a veces me cuestionaba si era demasiado, ahora estoy segura de que no, que demostrar el afecto es dar seguridad en ellos.
un besote

Mostrando: 5 de 5