Es muy probable que puedas armar toda una lista de sospechosos o posibles culpables… probablemente sea lo más fácil. De hecho, sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que tú crees que te mereces… que te han tratado mal… que eligieron a otra persona y no a ti o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes.
Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece y es que nadie te hace sufrir, nadie te rompe el corazón, nadie te daña o te quita la paz… nadie tiene la capacidad al menos que TÚ le permitas, que TÚ le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.Llegar a pensar con ese nivel de conciencia puede parecer muy difícil, en especial si hoy estás en medio del conflicto, pero te puedo asegurar que no es tan complicado como parece.En general se vuelve mucho más sencillo, cuando comprendemos que lo que está en juego es nuestra propia felicidad y paz interna. Y definitivamente el peor lugar para colocarlas es en la mente del otro, en sus pensamientos, comentarios o decisiones.Si bien puede que hoy no me creas y lo veas imposible, te puedo asegurar que el ser humano sufre no por lo que le pasa, sino por lo que interpreta, por las expectativas que tiene o por lo que está esperando del otro.
Muchas veces sufrimos por tratar de darle respuesta a preguntas que se instalan en la mente, como por ejemplo: ¿por qué no me llamó?, ¿por qué no ve lo valiosa que soy?, ¿no piensa en buscarme?, ¿por qué no me dijo lo que yo quería escuchar?, ¿por qué hizo lo que más me molesta?, ¿por qué me miró de esa manera?, ¿por qué se comportó así conmigo?... y muchas otras que por razones de espacio, voy a omitir.
No sé si estás preparada para lo que te voy a decir, pero lamento comunicarte que no se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que esperabas del otro… por las expectativas que te hiciste… por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno a nosotros. Y si bien todo es elección, no puedes pasar la vida cediendo el poder a alguien más, porque finalmente terminas dependiendo de elecciones de otros, de pensamientos de otros, de estados de ánimo de otros… terminas convertido en un títere de pensamientos y acciones de otras personas.
Por lo tanto, si deseas seguir en el papel de víctima, puedes seguir consumiendo ese amargo veneno que te irá carcomiendo por dentro y seguir pensando que el mundo es cruel, habitado por seres malvados que te desean hacer la vida “a cuadritos”… o la próxima vez que pienses que alguien te lastima, que alguien te hace sufrir o que incluso controla tu vida, puedes pensar: “NO ES EL, NI ELLA… SOY YO QUIEN LO PERMITO”.
RECUERDA, ERES TÚ quien lo permite y está en tus manos el volver a recuperar el control.¡Es tiempo de despertar! ¡Es tiempo de simplemente elegir ser feliz!
Y entonces… ¿te atreves a ir por MÁS?... ¿Más qué?: Más felicidad, más amor, más paz, más tranquilidad, más alegrías, más risas, más disfrute, más gozo, más juegos, más abundancia de TODOOO… más espiritualidad, más cariños, más ternura… ¡más consciencia!
María Jesús Martínez Bórquez
Psicóloga, Facilitadora de Ceremonias y Talleres.Coach Ontológica. Terapeuta Floral. Astróloga. Sahumadora.
Facebook: María Jesús Martínez Bórquez
Fono consulta: (+569) 6 478 0966