Las personas con un proyecto vital bien definido y que se muestran ilusionadas, parecen contar con mentes más claras, más saludables.
Así, la ilusión parece ese aceite que engrasa a todos nuestros procesos cognitivos. Además, tienen menos problemas cognitivos en su vida cotidiana y se cuidan más.
Para gozar de unas neuronas sanas tenemos que nutrir siete áreas de nuestra vida.
• Salud: en nuestro cerebro incide el que nos enfrentemos a la enfermedad.
• Nutrición: una dieta completa y equilibrada, nos ayuda a frenar el deterioro cerebral.
• Sueño: una buena higiene del sueño, ya que la calidad del mismo está relacionada directamente, por ejemplo, con la consolidación de recuerdos.
• Ejercicios: combinación de ejercicios aeróbicos y anaeróbicos. Una hora y media de ejercicio, mejora las funciones cerebrales.
• Funciones cognitivas: cómo afrontamos nuestros problemas, presencia o no de dificultades en la atención o la memoria, previenen o enlentecen el deterioro cerebral.
• Relaciones sociales: el tipo de red social, la cantidad de amigos o el posible apoyo recibido, son factores que condicionan la reserva cognitiva.
• Proyecto vital: atesorar ilusiones o metas, encontrando satisfacción en ellas, elevan nuestra mirada y hacen que apostemos por el futuro a partir de cuidar el presente.
“El hombre tiene ilusiones, como el pájaro alas. Eso es lo que lo sostiene”. - Blaise Pascal -