Maria Montessori
Maria Montessori nació el 31 de agosto de 1870 en Italia, pero fue una mujer adelantada para su tiempo.
Su padre fue gerente en una empresa estatal. Su madre se crió en una familia donde se apreciaba mucho la educación.
Montessori era muy bien educada y una ávida lectora, lo que era inusual para las mujeres italianas de la época.
Creció en Roma, un paraíso de bibliotecas, museos y escuelas de gran calidad. Desde su infancia fue una estudiante destacada, segura, ambiciosa y dispuesta a romper con las expectativas tradicionales de las mujeres de su época. A los trece años, entró en un instituto técnico solo de varones, para prepararse para una carrera en ingeniería.
Con el tiempo, sin embargo, cambió de opinión y en su lugar, tomó la decisión de convertirse en doctora. Envió una solicitud de admisión para el programa de medicina de la Universidad de Roma, pero fue rechazada. Tomó entonces cursos adicionales para prepararse mejor y perseveró. Con gran esfuerzo fue admitida, abriendo puertas para otras mujeres en este campo.
Se graduó de la Facultad de Medicina en 1896 y fue una de las primeras doctoras de Italia. Como médica, la Dra. Montessori estuvo en contacto con niños pequeños y de ahí, devino su interés por su desarrollo.
Fue médica, pero también educadora e innovadora, aclamada por su método educativo basado en la manera en que los niños aprenden de forma natural. La educación Montessori (o método Montessori) se remonta a 1907, cuando Maria Montessori abrió la Casa dei Bambini, en una de las zonas más pobres de Roma.
Observó la avidez de los niños para absorber el conocimiento de su entorno. Dándoles materiales apropiados para su etapa de desarrollo y la libertad para seguir sus intereses, los niños aprendían por sí mismos con alegría.
Utilizando la observación científica y la experiencia adquirida en su trabajo anterior con niños pequeños, Montessori diseñó materiales de aprendizaje y un ambiente en el aula, que fomentaba el deseo natural de los niños por aprender.
En 1909 dió su primer curso, esperando tener como estudiantes sólo a maestros italianos. Para su asombro, asistieron personas de varios países diferentes.
Las noticias del éxito de su escuela, pronto se extendieron por Italia y para 1910, las escuelas Montessori eran aclamados en todo el mundo. En la actualidad hay más de 22.000 escuelas Montessori, en al menos 110 países del mundo.
Como figura pública, Montessori también hizo campaña enérgicamente en nombre de los derechos de las mujeres. Escribió y habló con frecuencia sobre la necesidad de mayores oportunidades para éstas, y fue reconocida no sólo en Italia como una voz líder feminista.
Continuó persiguiendo sus ideales aún en tiempos turbulentos. Vivir en la época de la guerra y la agitación política, inspiró a Montessori a poner la educación para la paz en el currículo de su método.
Pero no pudo hacer mucho para evitar ser atrapada por los acontecimientos mundiales. En 1940 viajó a la India, cuando las hostilidades entre Italia y Gran Bretaña estallaron, viéndose obligada a vivir en el exilio durante el resto de la guerra. Allí tuvo la oportunidad de formar maestros en su método.
Al final de la guerra regresó a Europa, pasando sus últimos años en Ámsterdam. Murió en paz, en el jardín de una de sus amistades, el 6 de mayo de 1952.
"La educación hoy en día, en este período social particular, asume una importancia verdaderamente ilimitada. Y el mayor énfasis en su utilidad práctica, se puede resumir en una frase: la educación es la mejor arma para la paz". [Maria Montessori, Educación y Paz, traducido por Helen R. Carril al inglés]