Cuando el sol brilla, la vida te sonríe y sientes que andas navegando en el barco de tu vida como en una taza de leche, es muy fácil el sentirse bien, feliz y agradecer por lo que se tiene. Sin embargo, cuando has planeado algo, ya sea a corto o largo plazo (una relación que no se da o hasta un simple paseo) y sientes que poco a poco las puertas se van cerrando y que incluso comienza a llover en la mitad de tu paseo… mhhhhhh… es posible que no te sea tan fácil sentirte satisfecho y feliz.
Es en estos instantes, cuando en realidad, pareciera ser que ya no te sientes bien… que no estás feliz… a pesar de todo, es este momento la mejor oportunidad para respirar profundo, no darte por vencido y no sucumbir a la tentación de sentirte zarandeado y pensar que lo que se avecina es terrible; sino darte cuenta que esta, es una maravillosa oportunidad de aprender, crecer, tener una actitud positiva y bailar con la vida.
La vida no es un juego con las cartas marcadas, donde el paso que viene está asegurado hacia el éxito y la felicidad: desde mi mirada, siento que en el mismo momento en el que pareciera que en el camino elegido todo comienza a desviarse de su plan original, es muy importante ser capaz de bailar con la vida. Los sucesos que nos pasan en nuestros caminos, a veces apoyarán nuestros esfuerzos y otras veces simplemente, los aplastarán y echarán por tierra toda esperanza de que aquello que habíamos planeado, se dé como deseamos. Es en estos momentos en que desde mi experiencia, se hace absolutamente imperioso recargarse de energía, tener una actitud positiva, agarrarte a lo alto y mirar siempre hacia arriba, aunque pareciera que todo vaya hacia abajo.
El baile es llevar el ritmo de la música que está sonando: en algunos momentos, será una música suave y en otros, una melodía más animada… sin embargo, el arte de danzar se relaciona con la capacidad de estar presente en el AHORA y a pesar de que quizás el ritmo que venía no era el que yo esperaba, si mi actitud es positiva y tengo la certeza que estoy dando lo mejor de mí, no me daré cuenta cuando cambie la música y estaré cuando menos lo espero, bailando nuevamente un ritmo que me gusta mucho, sin siquiera haberme acordado del momento anterior en el cual no lo pasé muy bien.
Es por eso que si estás atravesando un momento un tanto complejo o sientes que te está lloviendo en la mitad de tu paseo, te invito a que pongas una música animada, alegre, algo que te guste… que la escuches, que la tararees, que la cantes y finalmente, escuches la canción con el volumen muy alto, para que te prepares a bailarla: déjate llevar por la música y baila… en ese momento, te darás cuenta que finalmente el cómo vivas los caminos recorridos, va a depender de la actitud que TU tomes en tu caminar y de si te atreves o no a bailar con la vida.
Y tú… ¿te animas a bailar con la vida?
Te deseo un maravilloso día, donde te permitas ser sorprendido por todas las maravillas y bendiciones que la vida tiene para ti.
María Jesús Martínez Bórquez
Psicóloga, Facilitadora de Ceremonias y Talleres.
Coach Ontológica. Terapeuta Floral.
Astróloga. Sahumadora.
Fono consulta: (+569) 6 478 0966