La vida cotidiana está llena de mucho estrés, cansancio, preocupaciones. Estas son situaciones por las que tiene que pasar el ser humano diariamente. Hoy en día, cobra mucha fuerza porque estamos en una emergencia mundial, la cual ha marcado un antes y un después en el desarrollo de las actividades que realizamos. Ahora todo esto se resume en una misma idea: el encierro.
Desde luego que este confinamiento es uno de los desafíos más grandes que podemos estar enfrentando, y pone en tela de juicio nuestra salud en sus más diversas expresiones, llámese a nivel físico, mental y espiritual. Porque no es secreto para nadie: estamos expuestos a tanta información negativa, que lo menos que se puede esperar, es que afloren sentimientos adversos que aniquilan nuestra paz y tranquilidad. No obstante, siempre hay alternativas para que salgas bien librado de esta situación.
Uno de los ejercicios que te ayudan a repensar tu vida y a encontrar esa calma que se necesita, es la de convertir tu hogar es un oasis de meditación y sabiduría. Estos son pilares fundamentales para el equilibrio espiritual y nos van dando luces para ir viendo el lado positivo de las cosas.
Pero… ¿cómo prepararnos para comenzar a hacerlo?
El ambiente
Lo primero que debes tener en cuenta es que para crear un lugar que se convierta en espacio de meditación y sabiduría, es saber elegir un punto en específico, con el objetivo de acondicionarlo. Este lugar va a tener características muy propias, pues como bien sabemos, será un sitio mágico de encuentro para liberar, sanar y apropiarse de las buenas energías que todos necesitamos tener cerca.
En este sentido, sea cual sea el espacio que decidas utilizar, debes tomar en cuenta que el mismo tiene que estar alejado de cualquier tipo de ruidos y distracciones, porque se trata de concentrar nuestra mente, cuerpo y alma en ese lugar, para lograr resultados satisfactorios y a corto plazo.
Por otra parte, la meditación tiene una ventaja increíble en la medida que te ofrece acercarte a una nueva visión de vida, de las cosas… sobre todo, influye de manera positiva en nuestras emociones y sentimientos. Te permitirá acercarte a tu YO interno y a saber canalizar tus energías cuando no te sientas en tu centro.
El orden del espacio
Cuando necesitamos crear en casa un lugar para la meditación y que se convierta en el epicentro de la sabiduría, la limpieza y el orden de los objetos que tengas en el hogar, juega un rol muy importante.
En este sentido, sugerimos hacer una limpieza profunda, mover de sitio muebles, mesas… es decir, tratar de hacer cambios para que las energías puedan fluir mejor y la energía estancada, se disipe.
Recuerda que no podemos hacer de nuestro hogar un increíble oasis de meditación y sabiduría, cuando no nos sentimos a gusto. Al mover las energías, damos espacio para atraer cosas buenas, tales como prosperidad, unión, tranquilidad y paz mental. Este es el equilibro que toda persona necesita para alcanzar la calma.
Colores y olores
Cuando se trata de hacer estos ejercicios en casa, nuestros sentidos necesitan estar más vivos que nunca, porque esta es la clave para lograr que la meditación llegue a mejorar aún más, los efectos que causa en la persona que la está practicando. Por tal motivo, el impacto visual que tengas en tu entorno, es vital para lograr una mayor concentración y por ende, aprovechar de mejor manera esos minutos que le estás dedicando a tu bienestar espiritual (Te puede interesar:
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En este punto, es muy importante usar la creatividad y la intuición, ya que este será el espacio donde te podrás conectar en cuerpo y alma con tu propia naturaleza… esa naturaleza que solo tú puedes conocer y despertar en cualquier momento.
Es ideal que tu espacio esté diseñado desde colores que te generen paz (por ejemplo, el blanco), lo que hará que tus sesiones de meditación y sabiduría puedan fluir. Por tal motivo, si tienes cortinas blancas, úsalas en ese lugar; también las plantas son una buena opción a considerar, ya que nos acercan a la naturaleza.
Las velas, al igual que esencias y aromas como el sándalo, son también muy útiles para llevarnos en ese viaje increíble que llamamos meditación.
Meditar en familia
Es una gran oportunidad para sumar a nuestro núcleo en esta práctica, donde generaremos un espacio para compartir conocimientos y sabiduría.
El hecho de crear en casa un espacio que sirva para la meditación y abra las puertas de la sabiduría en tu hogar, es un plan perfecto: estarás contagiando a tu familia de las ganas de sumarse en este “viaje”… invitarás a las personas que amas, a esta aventura de autoconocimiento.
Del mismo modo, a los más pequeños los ayuda en un nivel altísimo, sobre todo cuando están en la infancia, pues los ayuda a saber y entender desde chiquitos el por qué algunas reacciones del ser humano y por si fuera poco, crecerá siendo una persona más segura de sí misma, conectado con sus emociones y sentimientos, lo que lo llevará a lograr muchas metas.
El mejor plan
El éxito de la meditación en casa en estos momentos complicados que vivimos como sociedad, te permitirá reencontrar las motivaciones que quizás habías perdido. Porque con esta situación, lo más normal es el desánimo, la tristeza y la ira, frente a las adversidades que podemos estar transitando.
El mejor plan es convertir tu hábitat en un espacio de amor, donde cada una de las energías que emanen sean aprovechadas para el bien común de los que allí habitan.
Es importante que siempre tengas claro que somos seres de luz, que hemos venido a este mundo a ser felices… por lo que puedes repetir como mantra: “YO PUEDO, YO QUIERO, YO HAGO”… reitéralo varias veces con determinación y transmite este mensaje a los que te rodean.