La aceptación absoluta de lo que somos y tenemos, atenúa un gran número de malestares. Nada es tan reconfortante como inyectar grandes dosis de autoestima a esa conexión interna, dejar que fluya la compasión, el perdón, la validación hacia uno mismo. Todas estas dimensiones sanan y nos recuerdan que tenemos derecho a estar bien.
Un modo de reducir el estrés y la ansiedad del día a día, es desarrollar un enfoque mental basado en la esperanza. Esta dimensión integra aspectos, como la mentalidad de crecimiento y la resiliencia, para poder apagar la angustia y las ideas negativas.
El libro adjunto, es un manual práctico donde aprender a manejar las emociones. Es de distribución libre y lo puedes descargar y compartir con quien desees.
Todas tenemos un rincón que nos transmite calma y un lugar al que siempre que entramos, nos llena de energía. Para aplicarlo en nuestras casas, basta atender a unos sencillos conceptos.
El miedo no es precisamente una sensación agradable, aunque al día de hoy existan muchas personas que se vuelvan adictas al riesgo. En condiciones normales, lo experimentamos como una inquietud de la que buscamos deshacernos cuanto antes. Lo malo es que así, es como también terminamos construyendo estilos de vida que nos estancan.
La vida te desilusiona, para que dejes de vivir de ilusiones y veas la realidad... la vida te destruye todo lo superfluo, hasta que queda solo lo importante... la vida no te deja en paz, para que dejes de pelearte y aceptes todo lo que Es.
Siempre estás a tiempo de cambiar... finalmente todo es elección en nuestra vida y depende de lo que elijas, es lo que cosechas. Si la vida que tienes hasta hoy no es lo que deseas, cambia... solamente nuevas elecciones traen nuevos aprendizajes.
Transformarse significa aceptar la situación y buscar alternativas para aprender a vivir con ello. Esto implica salirnos de los esquemas previos establecidos, establecer sentidos renovados para nuestras metas o redactar nuevos relatos de la situación y de nuestras posibilidades.