A veces, cuando menos lo esperamos, la vida nos obliga a improvisar, a romper nuestros viejos guiones y lanzarnos a un mundo incierto. Ahora, ¿por dónde empezar a improvisar?
Quiero compartirte una información que es vital para mantener nuestras vibraciones altas.
Las emociones que sentimos, son las pistas que tenemos para reconocer nuestra vibración y nuestro estado energético.
Generamos pensamientos e ideas de manera tan automática, que apenas somos conscientes de cómo modelan nuestro estado de ánimo. En la medida de lo posible, hay que tomar plena conciencia de todo lo que habita, pasa y ocupa nuestro universo mental.
No alcanza con proponerse cambiar la conducta, sino las variables de las que depende dicha conducta. Siempre hay capacidad y posibilidad de cambio... no infinita, pero sí suficiente como para vivir más en sintonía con lo que queremos para nosotros y nuestra vida.
Somos extrañas aves fénix: criaturas capaces de emerger de sus cenizas para seguir adelante, aún en las peores circunstancias. Sin embargo, ¿cómo lo logramos? ¿qué tipo de mecanismo psicológico es el que nos impulsa para hacer frente a la adversidad?
Tira ese manual del “deber ser”... no importa qué edad tengas... estás a tiempo de conocerte en esencia para saber de verdad qué es lo que tú necesitas para sintonizar tu propio bienestar, que es único.
Muchas veces sucede, que se dan cambios en nuestra vida que nos encuentran sin las armas suficientes como para superar un determinado contratiempo. Si no podemos solucionar los problemas a que nos vemos enfrentados en un tiempo razonable, puede pasar que caigamos en depresión.
Hoy queremos compartir con ustedes un maravilloso dato práctico que a ambas nos ha acompañado por largo tiempo, ayudándonos a sobrellevar diversos momentos desafiantes… y ahora ¡más que nunca! Nos referimos a las Flores de Bach.
En materia de alcanzar el bienestar, no hay ganadores de primera o perdedores de segunda... no hay prisas. Hay logros cotidianos que nos permiten avanzar y cada uno lo hace a su ritmo particular: ni mejor ni peor.
Soltar y fluir son palabras que de uso muy actual... pero “¿qué quiere decir soltar?” “¿qué implica fluir?” Soltar implica confiar, rendirse y creer... ¿en qué?